Por la señal de la santa cruz
de todos mis enemigos y el silencio
libérame señor dios ciego.
En el nombre del padre incestuoso,
el hijo huacho,
y cada uno de mis clavos
Amén
Yo confieso ante dios
todopoderoso
y ante vosotros hermanos
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
He bebido el semen de tu iglesia,
mordido la carne de tu carne.
He sido clavada una y mil veces
en tu nombre.
En el pecado fui
concebida,
ese día la matria
manchó con sangre sus zapatos de charol.
Soy la perra, la puta, la suelta, la loca
la mancha inquieta
en tu memoria.
Por mi culpa,
por mi culpa,
por mi gran culpa.
Por eso ruego a maría,
la única virgen del barrio,
a los escapularios,
a la virgen del carmen,
patrona del fusil
que nos apunta desde niñas,
a los acentos,
las palabras,
las manos,
el espejo.
Por eso ruego a los ángeles,
a los santos
y a vosotros hermanos,
que interceptéis por mí
a dios nuestro
mi
señor.
“Porque no entré a este mundo
por las puertas de la matriz”,
porque el padre de mi madre es mi padre,
porque hay un espectáculo
en cada cuenta del rosario,
porque hay un espectáculo
en la pater pupila infecta:
“sangrarás gota a gota
el pecado de tu madre”
Entonces tú,
que estas sentado a la derecha,
limpias mis llagas con agua bendita
y ejecutas el arte de hilvanar
mientras libero el líquido amniótico
de las des-poseídas.
Y te digo:
que es mejor jugar al corre el anillo,
que quizás pase un chiquillo
y no me castiguen en la ronda
por no saber bailar.
Y les digo:
en el nombre de todas mis marcas,
el himen desgarrado
y la leva eterna,
vayan todos tranquilos a sus casas,
el circo en boca abierta
ya acabó.
bastante tocable, como a los homenajes a la música de Victor Jara. Yo no tenía culpa
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